Política 2.0. //YouTube |
Después de 3 meses y 17
días desde que se celebraron las últimas elecciones generales, España se
encuentra sometida en una incertidumbre representativa para sus próximos cuatro
años de gobierno. La política española está siendo cada vez más portada de los
medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, los cuales
llegan a afirmar unas posibles nuevas elecciones para junio si la situación
sigue sin dejar nada claro. Pero no son los únicos que lo piensan, sino los
propios partidos y sus representantes también, ya que están formando parte de
una actuación política en la que la que cada uno emprende un diálogo distinto
en forma de campaña electoral para unas posibles o, no futuras votaciones de
gobierno. Continuas campañas electorales que se han hecho presentes sobre todo
desde la aparición de internet y de la masificación de las redes sociales. Es
aquí donde la tecnología ha jugado un papel fundamental en la esfera de lo político,
ya que actualmente son muchos los políticos que han decidido usar estaS
herramientas con el objetivo de llegar a sus futuros electores, en las que
destacan Twitter o Facebook. En las democracias contemporáneas las campaña
político-electorales y su tecnificación han sido determinantes para el desarrollo
de la democracia.
Cada vez son más
políticos los que usan las redes sociales
como canal de comunicación política. Podría decirse que este fenómeno de la
Política 2.0. tuvo su éxito cuando el presidente actual de los Estados Unidos,
Barack Obama, ganó las elecciones de 2008 haciendo uso de Twitter en su lucha
por representar el Partido Demócrata. Fue a partir de ese momento cuando
Twitter y Facebook se convirtieron en las plataformas más utilizadas por parte de los votantes de otros países como España o Francia.
Mariano Rajoy, presidente del gobierno en funciones (PP) |
Tweet de Alberto Garzón, dirigente IU-Unidad Popular |
Pero,
¿qué diferencia puede haber entre una campaña electoral de antes y después del
fenómeno de las redes sociales? Una campaña
tradicional como las de antes, permitía un mayor contacto con la gente, con
un trato más directo entre el candidato y electores. La formalidad se imponía
sobre lo informal, pues los candidatos eran los políticos expertos en la
retórica, mientras el elector jugaba un papel pasivo en el que se limitaba a
escuchar. Luego, a través de los medios de comunicación, era posible llegar a
millones de electores para tratar de influir en su conducta, sin embargo, estos
siguen pasivos, sin ninguna posibilidad de comunicar nada. Pero con la llegada
de la web, se descubre una nueva tendencia en comunicación política, las ciber-campañas
electorales, que permite favorecer una democracia directa devolviéndoles la
agenda a los ciudadanos, permitirles decidir y debatir sobre los temas que les
interesa. Además, es una forma de humanizar a los políticos, ya que permite
mayor empatía con ellos al favorecer la comunicación con los ciudadanos. Pero
no solo eso, sino que además, ha permitido que los diferentes candidatos puedan
debatir vía Twitter, en vez de recurrir a las prácticas tradicionales de los
debates televisivos.
Sin embargo, este
cambio de la campaña tradicional a las más modernas no se ha producido de la
noche a la mañana, sino que ha ido evolucionando a través de diferentes
prácticas electorales. Primero con una propaganda política a través de
panfletos, periódicos, mítines o discursos radiofónicos, dirigidos por el líder
carismático, cuyo objetivo era que la idea llegara a sus oyentes. Luego se pasó
a una publicidad política de mensajes promocionales televisivos y
radiofónicos producidos por publicistas, usando así una menor participación del
candidato, cuyo eje estratégico era dar a conocer su imagen ante el público
únicamente. En tercer lugar, se da el marketing político utilizando
medios como la televisión, radio, call centers o panfletos, llevados a cabo por
expertos de mercado, con el fin de buscar un cambio de actitud por parte del
receptor al ser producto de un influjo emocional. Y por último, las redes
sociales, en las que destacan como hemos dicho anteriormente, Twitter y
Facebook, utilizada por los propios candidatos con o sin sus respectivos
asesores. Los objetivos de esta última es la reacción y participación en temas
de interés.
1. Propaganda política
2. Publicidad política
3. Marketing político
4. Redes Sociales
Política en la red |
¿Esto
quiere decir que las redes sociales sean la mejor estrategia de comunicación
política y, por tanto la más efectiva? Este cambio hacia las
ciber-campañas ha supuesto muchos beneficios tanto para el candidato como para
el ciudadano, facilitando así una mayor y mejor interacción entre ellos, pues
hace que se aumente la autenticidad por parte de la política y, por otro lado,
también facilita a los partidos una mejor distribución de la agenda conforme a
los intereses y preocupaciones de la sociedad. Por ello, podría decirse que es
una muy buena estrategia a la hora de llevar a cabo una campaña electoral, que
no quiere decir que sea la mejor. Y en cuanto a su efectividad, no quiere decir
que sea la única vía capaz de lograr un mejor resultado, sino que es una nueva
forma de entender y ver la política. Es decir, nada es mejor ni peor ahora,
sino que toda práctica ya sea política, económica, social y cultural se adapta
a su momento y circunstancia y, ahora mismo vivimos en una era de accesibilidad
y neutralidad de la red, en la que internet se ha convertido en la herramienta
fundamental para comprender la política.
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